HispaCón 2022: fantasía, ciencia ficción y terror en Ferrol

Después de dos años pasándomelo pipa en la HispaCón virtual, cuando me enteré de que esta vez iba a ser presencial tuve claro que tenía que asistir. Por eso, empecé a organizar el viaje a Ferrol (con parada en A Coruña para aprovechar las vacaciones) incluso antes de saber a quién iban a invitar o de qué se iba a hablar. Me habían gustado tanto las convenciones anteriores que no dudaba de que esta estaría a la altura y, en efecto, no solo lo estuvo, sino que superó con creces mis expectativas.

Un programa para todos los gustos

Cartel de la HispaCón 2022. Se ve un robot gigante construido en los astilleros de Ferrol.Todavía estoy alucinando con la cantidad de actividades que consiguieron reunir en unos pocos días. Además de las charlas, mesas redondas y talleres que tuvieron lugar en el Centro Torrente Ballester, donde también hubo una feria del libro y se estrenó la exposición «Brontë, Shakespeare y otros frikis», hubo un programa para peques y una sección lúdica con partidas de rol y juegos de mesa en el Antiguo Hospicio, una grabación en directo del podcast Misterios y Cubatas en el Teatro Jofre y encuentros con escritoras en varias librerías del centro. También se proyectaron varias películas en el Ateneo Ferrolán los días previos a la convención y, por supuesto, no podía faltar la entrega de los premios Ignotus.

Me hubiera gustado multiplicarme para estar en varios sitios a la vez (y para saludar a toda la gente que quería desvirtualizar), pero, como todavía no es posible, me pasé casi todo el fin de semana en el Centro Torrente Ballester, y aun así me costó decidir a qué sala ir cuando coincidían dos charlas que parecían interesantes. Estoy contenta con las que elegí, pero más contenta todavía porque sé que podré ver las que me perdí cuando suban las grabaciones al canal de YouTube.

La historia no es como te la contaron

En la primera mesa redonda a la que asistí participaron Adrienne Young, Claire North y Jesús Cañadas, con Ana Roux como moderadora. El tema era el tratamiento de la historia en la fantasía y desde el principio quedó claro que no existe una única Historia con mayúsculas (la que escriben los ganadores), sino varias historias o relatos, por lo que al escribir ficción se dispone de más libertad de la que parece a simple vista. Eso sí, hay que buscar un equilibrio entre la realidad y las expectativas de la gente, ya que muchas veces hemos aprendido «hechos históricos» que, aunque con el tiempo se ha demostrado que son erróneos, siguen tan presentes en nuestra memoria que la novela podría perder credibilidad si los contradijera. Al escribir se juega con la verosimilitud, no con la verdad, y lo importante es crear unos personajes y una trama que emocionen, independientemente de la ambientación.

Con la historia está estrechamente relacionada la política, que fue el tema sobre el que debatieron Ada Palmer, Alba Quintas, Andrés Zelada y Fabián Plaza, con la moderación de David Morenza. Coincidieron en que en fantasía se tiende a replicar la monarquía absolutista (el objetivo suele ser derrocar al rey malo y poner uno bueno en su lugar) y en que existen muchísimos sistemas políticos que no se han explorado en la ficción, como la elección por sorteo. Ada Palmer mencionó el silkpunk como género en el que se está empezando a abordar una monarquía diferente, en la que destacan la burocracia y la meritocracia. También explicó la diferencia entre el «mal intensivo», en el que existe una única fuente del mal (ya sea una persona, un rey, un demonio, una corporación…), y el «mal extensivo», más realista pero también mucho más difícil de reflejar en una novela porque muestra una mayor complejidad del origen de los problemas, como la corrupción de un gran grupo de personas, la alianza entre grandes empresas para controlar los recursos… Ella suele explorarlo en sus clases mediante un juego de rol sobre la elección papal de 1492, con el que sus estudiantes descubren que las decisiones individuales aparente inofensivas acaban teniendo consecuencias catastróficas al combinarlas con las de otras personas.

Estos temas volvieron a abordarlos más adelante Ada Palmer, Claire North y Jo Walton en una mesa redonda donde, entre otras cosas, comentaron que la historia es más sorprendente e increíble que cualquier cosa que te puedas inventar en la ficción, y también los sacaron a colación Adrienne Young, Ana Roux y Celia Corral-Vázquez en su conversación sobre piratas y fantasía marina, en la que reconocieron la utilidad de la historia como ambientación sin perder de vista que al escribir ficción eres libre de adaptarla como mejor te convenga.

Identidades no normativas

En una mesa redonda moderada por Caryanna Reuven, H. M. Zubieta, L. J. Salart y Nana Literaria reflexionaron sobre la exploración de la identidad en el género fantástico y se mostraron de acuerdo en la importancia de ser conscientes de la diversidad para incluirla en sus obras. Dado que la manera en la que se representa a diferentes colectivos tiene consecuencias reales sobre las personas y la sociedad en general, hay que actuar con responsabilidad y, para asegurarse de no cometer errores al hablar de una realidad que no se conoce de primera mano, puede ser una buena opción contratar una lectura de sensibilidad.

También estuvo muy presente la diversidad en la mesa redonda en la que participaron después Felicidad Martínez y H. M. Zubieta, con la moderación de Andrea Penalva, pues analizaron el mito de los vampiros y el modo en que se ha utilizado para representar todo lo que se sale de la norma, desde las personas queer hasta las inmigrantes. Aquí también destacó la importancia de plantearse de lo que se está representando para no perpetuar estereotipos dañinos.

Hibridación, viajes en el tiempo e inteligencias artificiales

Aunque no conseguí asistir a todas las mesas redondas que hubo sobre géneros híbridos (fantaciencia, romance en los géneros fantástico…), me encantó presenciar el debate entre Bárbara Montes, Claire North y Jo Walton, moderadas por Leticia Lara, que fue de lo más interesante gracias a varios puntos en los que las autoras discrepaban. Expresaron diversas opiniones sobre si el género es solo una etiqueta de marketing o una categoría real con convenciones que generan ciertas expectativas, sobre si la combinación de géneros exige un trabajo consciente o si no es más que una herramienta al servicio de la historia y sobre el peso que tienen aspectos como los personajes o el ritmo. En cualquier caso, las tres coincidieron en que en ciencia ficción solo existe una norma inquebrantable: que todo tenga sentido al final.

Siempre me han fascinado los viajes en el tiempo, así que me encantó la mesa redonda de Darkor_LF, Rodolfo Martínez y Laura Huelin, en la que debatieron sobre varios temas recurrentes en estas historias, como el determinismo, las paradojas y los bucles temporales. Salí de esta conversación con una buena pila de deberes, no solo literarios, sino también audiovisuales, porque todo lo que recomendaron me llamó la atención.

Y una de las mesas redondas que más me dieron que pensar fue la de Caryanna Reuven, Jo Walton y Norah Walsh, en la que, moderadas por L. J. Salart, hablaron sobre la inteligencia artificial, el posible desarrollo emocional de las IA, sus sesgos de aprendizaje, las relaciones que podemos llegar a entablar con ellas… Fue un placer escucharlas plantear preguntas que hasta ahora parecían limitadas al ámbito de la ciencia ficción pero que pueden adquirir importancia en la realidad antes de lo que pensamos.

Aliens en los escenarios

Como fan de los musicales, una de las charlas que más me llamaron la atención cuando leí el programa fue la de Irene Riveiro: solo por la referencia a Los miserables que hacía el título tuve claro que no me la podía perder. Y fue todo un acierto porque su análisis de The guy who didn’t like musicals y Black Friday, dos musicales que recurren a la figura del alien para explorar el miedo a la otredad y el consumismo de la sociedad estadounidense, fue tan interesante como amena. De aquí también salí con deberes, ya que los musicales están disponibles en el canal de YouTube de StarKid. ¡Voy a tener que ponerme las pilas para que no se me acumule el trabajo para la próxima HispaCón!

Pelea de gallos

Y no puedo terminar esta crónica sin mencionar la pelea de gallos literaria, probablemente la actividad más divertida de todas las jornadas, en la que cada uno de los dos equipos (por un lado, Blanca Rodríguez, Javier Miró y Jesús Cañadas y, por el otro, Ana Roux, Virginia Buedo y Rodolfo Martínez) nos regalaron media hora de carcajadas con las historias que improvisaron a partir de palabras propuestas por el público. Como la manera de elegir al equipo ganador era aplaudir más fuerte a tu favorito, los resultados de la votación no fueron concluyentes, pero, si me preguntaran a mí, diría que quienes ganamos fuimos quienes disfrutamos en directo de la creación caótica de los dos cuentos.

Un aplauso para la organización

Tiene que haber sido una tarea titánica organizar un evento de estas dimensiones y desde mi limitado punto de vista todo fue de maravilla, así que ¡enhorabuena y muchas gracias a todo el equipo de Pórtico y al voluntariado que lo ha hecho posible! Felicidades también a Blanca Rodríguez y a Eva Duncan, que hicieron un trabajazo impresionante interpretando a las autoras extranjeras, aunque algunas (ejem, Claire North, ejem) no se lo pusieran nada fácil.

Ha sido mi primera HispaCón presencial, pero espero que no sea la última. ¡Ojalá pueda ir el año que viene a Zaragoza!


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