Ciencia ficción y feminismo en Bilbao: crónica de la segunda edición de Ansible Fest

El 6 y el 7 de septiembre, Bilbao volvió a acoger el festival de ciencia ficción feminista Ansible Fest. La edición del año pasado me gustó tanto que tenía la fecha apuntada en la agenda desde hacía meses y, desde luego, la espera ha merecido la pena.

Viernes: Ursula, cortos y bertsolaritza

La primera actividad a la que asistí fue el coloquio de Ana Isabel Morales, Iban Zaldua y Arrate Hidalgo sobre Ursula K. Le Guin. Tras un repaso del concepto de ciencia ficción y la historia del género, reflexionaron sobre la carrera de la prolífica escritora, las dificultades que tuvo para empezar a publicar, su disciplina y su perseverancia en el trabajo, los temas de algunas de sus novelas, el realismo de las relaciones entre sus personajes… Iban nos dio una hoja con trece lecciones que podemos aprender de Le Guin y, como colofón, nos informaron de que pronto se publicará Desjabetuak, la traducción al euskera de The dispossesed, a cargo de Arrate y con el prólogo de Ana Isabel.

Me hubiera gustado ir a la mesa redonda sobre iniciativas de visibilización de mujeres en el género, pero para cuando acabó el coloquio ya se había llenado el aforo de la sala, así que me pasé por la feria editorial hasta que empezó la proyección de cortos de ciencia ficción.

El euskera siguió muy presente por la noche, gracias a la sesión de bertsolaritza que tuvo lugar en Xake Espazioa, donde Uxue Alberdi, Eli Pagola, Oihana Bartra y Miren Artetxe improvisaron sobre los temas relacionados con la ciencia ficción que proponía Danele Sarriugarte. Nos divertimos muchísimo con sus versos sobre el amor entre extraterrestres, los avances de la ciencia, los cyborgs y la verdad acerca del monstruo del lago Ness.

Sábado por la mañana: antifascismo, representación LGTB+ y hackers

El sábado por la mañana llegué con tiempo de sobra para no quedarme sin sitio en la mesa redonda sobre ciencia ficción y antifascismo de Layla Martínez e Irati Jiménez, una decisión muy acertada, pues se convirtió en una de mis favoritas. Según Layla, las distopías sobre regímenes totalitarios cumplen una valiosa labor de sensibilización, pero resulta preocupante el predominio de este tipo de historias hoy en día, dado que generan el discurso conservador de que, por muy malo que sea el presente, el futuro será aún peor. Por lo tanto, animó a las escritoras a crear más utopías, pues la ciencia ficción puede jugar un papel importante a la hora de imaginar nuevos horizontes. Irati, por su parte, comentó que el fascismo niega las cualidades femeninas, el miedo, lo vulnerable, lo tierno, y que la ciencia ficción es una herramienta muy útil para luchar contra esa ideología. Asimismo, reivindicó la necesidad de crear espacios positivos de fans en los que podamos compartir nuestras aficiones y crear vínculos, pues la felicidad es una barrera antifascista.

Media hora después, Almijara Barbero Carvajal y Andrés Bigorra Mir nos hablaron de la presencia de lo LGTB+ en la ciencia ficción, con ejemplos de distopías como La guerra interminable de Joe Haldeman (obra que no nos recomiendan por el modo en que tratan la homosexualidad), utopías como El hombre hembra de Joanna Russ (cuyo final es mejor leer «con alguien a quien abrazar») y obras actuales en las que se han trascendido los conflictos con las identidades no cisheteronormativas, como El largo viaje a un pequeño planeta iracundo de Becky Chambers. También comentaron que la gente está más dispuesta a aceptar la presencia de lo LGTB+ en historias que contienen algún elemento fantástico, como ocurre en Steven Universe y en Orlando de Virginia Woolf.

A continuación, Mónica López del Consuelo e Irene Martínez nos hablaron de las mujeres hackers en la ciencia ficción. Como explicaron, las mujeres estuvieron muy presentes en el origen de la programación, pues se consideraba una tarea menor como la taquigrafía, pero después la informática se fue «masculinizando» y se hicieron grandes esfuerzos por alejar a las mujeres de ese ámbito (por ejemplo, los primeros ordenadores personales se comercializaron como productos dirigidos a hombres y niños). Hoy en día, las mujeres son una minoría en las carreras de tecnología y tienen que enfrentarse al machismo en el ámbito académico y laboral, por lo que han surgido redes colaborativas de mujeres que se apoyan y aprenden juntas, además de talleres de programación para niñas y adolescentes, que las animan a interesarse por esa actividad. En cuanto a los estereotipos sobre las mujeres hackers, los principales son la hacker niña, la hacker robot, la hacker sexy y la hacker punk. Por suerte, también hay personajes que se salen de esos clichés, por ejemplo, Trinity de Matrix, Momi Marxs de Sense8 y Mariajo, la hacker sexagenaria de la novela La novia gitana, de Carmen Mola.

Sábado por la tarde: lingüística y traducción

Como traductora y apasionada de los idiomas, una de las mesas redondas que más me interesaban era la dedicada a la especulación lingüística en la ciencia ficción. En ella, Felicidad Martínez, Almijara Barbero Carvajal y Arrate Hidalgo debatieron sobre la relación entre los cambios en la lengua y los cambios en la sociedad y comentaron algunos relatos y novelas en los que se experimenta con la lengua para cuestionar nuestra concepción del género, por ejemplo, Justicia auxiliar de Ann Leckie, A door into ocean de Joan Slonczewski y Sandals full of rainwater de A. E. Prevost.

Luego llegó el turno de los juegos de rol y el feminismo. Rocío Vega hizo un repaso de la historia de los juegos de rol de mesa, desde Dragones y mazmorras, pasando por Vampiro, Changeling, Hombre Lobo y Blue Rose, hasta la explosión de juegos independientes que ha tenido lugar a partir de 2010, con obras como Monster Hearts, Bluebeard’s wife, Night Witches o #Feminism. Alba-Nerea Nieto Cabrera se centró en los juegos de rol en vivo, en los que las mujeres van cobrando protagonismo con tramas y personajes que se alejan de los tópicos, aunque todavía faltan muchas voces para garantizar la diversidad.

Y, por fin, el momento que con más ilusión estaba esperando: «traducuir», el taller de traducción de géneros diversos con Carla Bataller y Javier Pérez Alarcón. Javier nos habló de su experiencia en el sector audiovisual, como con la traducción de Dedé y Phillip, en la que aparece el primer uso documentado del pronombre «elle» en el doblaje español, y aclaró que muchas veces la invisibilización de la diversidad no se debe a las malas intenciones de los traductores, sino a la ignorancia o a las condiciones de trabajo (por ejemplo, en ocasiones los contratos de confidencialidad les impiden consultar las dudas con los creadores). Carla se centró en la traducción literaria y nos planteó, por un lado, el problema de traducir la variedad de pronombres neutros que se utilizan en inglés, pues en español no existen equivalentes para todos ellos, y, por otra parte, las dificultades de traducir pronombres que corresponden a géneros inventados. Ambos enfatizaron la importancia de consultar a personas de géneros diversos si no tenemos la certeza de estar comunicando el mensaje correctamente.

Si la primera edición de este festival ya dejó el listón muy alto, la segunda ha superado con creces mis expectativas y quiero darles las gracias a las organizadoras, las voluntarias y al resto de participantes por haberlo hecho posible. ¡Ojalá se repita el año que viene!


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